Se duchaba mientras escuchaba a todo volumen la selección de música que el Spotify sabía que le gustaba.
De camino al trabajo hacía sus llamadas matutinas, esas que aprovechamos a hacer en un trayecto y que por falta de tiempo no realizamos en otro momento.
Llegaba al trabajo y miraba su Inbox profesional. 58 mensajes recibidos. Comenzaba la jornada laboral y entre Url's, IPS, editores de texto y demás palabras añadidas recientemente en su vocabulario y en su día a día, preguntaba de refilón a sus compañeros, qué tal les iba la vida. Primer paréntesis del día. Corto, rápido pero muy agradable. Internet:4 - Humanidad:1.
Tras el kit kat, la mujer recibe algún "Whats Up" de esas personas con las que desearía tomarse una caña, pero que por falta de tiempo, no lo hace tan a menudo como le gustaría. Contesta: "Sorry toy liada xro me muero por veros".
La mujer sigue con su jornada: Email, arrobas, .com, explorer, HTML... y se pregunta ¿En qué momento empecé a ser poliglota?
Fin de su jornada laboral. Algo que le llama la atención de camino a su transporte de vuelta a casa. Saca Iphone, saca foto, sube la foto a Facebook y espera como agua de mayo un montón de comentarios que compartan con ella su opinión . ¡Consigue su objetivo! Alguien le escucha.
¿Son las redes sociales un reclamo para evitar la soledad del día a día, de querer compartir tus ilusiones, tus temores y tus preferencias con las personas que antes te rodeaban en una bar, en el cine o en el parque? Tenemos la necesidad de ser escuchados y comprendidos pero la falta de tiempo hace que tengamos que recurrir a estos nuevos sistemas para sentirnos así.
Hora de la cena. Twitt "Jornada dura. Ceno tortilla de patata y un helado". Comentario 1: "Me encanta la tortilla" Comentario 2: ¡Anda que como te pones! Lo ha vuelto a conseguir. Ha compartido su tortilla con todos sus seguidores y amigos. Realidad: Se come la tortilla sola delante de su Iphone.
En el día a día ¿Quién gana la batalla, Internet o nuestra parte más humana?